lunes, 21 de agosto de 2017

A VIRGINIA LE GUSTABA VITA, Pilar Bellver

Novela
Editorial Dos Bigotes
2016
256 páginas
Sorprendente novela, de gran erudición sobre la vida y obra de Virginia Woolf y su entorno, sobre el ambiente en el que se movía, y sobre todo sobre su percepción del amor. La Virginia del título, como he dicho antes, era Virginia Wolf, y Vita era Vita Shackville-West, ambas pertenecientes a la alta sociedad londinense y ambas escritoras. La novela está estructurada en forma de cartas que se escriben mutuamente en el invierno-primavera de 1925-1926. 
Es un libro diferente a lo que estamos acostumbrados a leer, un libro intimista y lleno de sutileza, de detalles muy hermosos y de muchas explicaciones sobre el entorno en el que se movían las protagonistas y sobre el periodo de entreguerras en Inglaterra. 
El libro también habla sobre el amor, sobre la forma de amar, sobre las imposibilidades de las mujeres, aún de éstas, cultas y adineradas, para tener libertad amorosa.
También narra la génesis narrativa de obras como Orlando, del que la autora, Pilar Bellver rescata las palabras del hijo de Vita: "es la más larga y hermosa carta de amojamás escrita".
Toda la novela está excelentemente documentada, en parte gracias a la cantidad de diarios y cartas que dejaron estas dos escritoras. Además es una novela muy didáctica para los no iniciados en ese mundo del grupo de Bloomsbury, con su brillantez y sus extravagancias. 
El libro me ha encantado, claro, primero porque está bien escrito, segundo porque las protagonistas rebosaban literatura, tercero por la cantidad de matices e ideas que aporta a esta historia de amor la escritora.
Finalmente, como era de esperar, me ha abierto las puertas a leer las obras maestras de Virginia Wolf: Una habitación propia, Orlando y La señora Dalloway. Y también algunas de Vita Shackville-West, como Toda pasión apagada o Pasajera a Teherán.  A ello voy.

Algunos enlaces para tener más información de este libro o de uno de los libros de Vita:
http://www.eldiario.es/cultura/libros/mejores-cartas-amor-lesbico-Virginia-Woolf-sexting_0_564143683.html
http://www.elcultural.com/revista/letras/Pasajera-a-Teheran/28507




lunes, 14 de agosto de 2017

OLVIDADO REY GUDÚ, Ana María Matute

Novela
Espasa Calpe
1996
888 páginas
Gran libro lleno de fantasía y emociones. Con total libertad expresiva, Matute va narrando la historia del reino de Olar en un ambiente medieval y fabuloso. Cuenta la genaología de Gudú bajo la mirada siempre presente de su madre, la reina Ardid. La autora adjudica nombres como Tontina o el Hechicero o Gudulín (a uno de los hijos de Gudú), de la forma más natural posible; hace aparecer cientos de personajes y a todos les adjudica un destino o un momento estelar en la novela. 
De todo lo que me ha gustado que ha sido mucho, me quedo con el lenguaje, con la forma natural de narrar, con la elegancia para describir y nombrar situaciones y emociones, con la manera de tratar la fantasía, en ningún modo infantil, y con la complicidad que establece con el lector, sin duda versado en cuentos que le narraron en su infancia.
Y el reino de Olar, siempre presente, siempre rodeado del norte frío y duro, del este estepario e incógnito, del sur mágico, siempre añorado, siempre creador de moda y de estilo. 
Los sentimientos, la capacidad de creer en trasgos, cuentos, historias fantásticas, la crueldad o la traición, la belicosidad de los personajes, hace de esta novela, a mi entender, una obra maestra del siglo XX. Durante las casi novecientas páginas, uno tiene la sensación de habitar en ese mundo lleno de magia y crueldad, de emociones, de sutiles referencias a los cuentos de nuestra niñez. Guerras, traiciones, fidelidades y amor. El amor como la fuerza más poderosa, capaz de cambiar el destino, que hace vulnerables a casi todos los personajes. Pero también está el abandono y los celos, y la fuerza de la sangre, y la perseverancia y la tristeza y la ambición sin medida y sobre todo el olvido. Y los oprimidos, los esclavizados, los pisoteados y explotados por el poder. Ana María Matute formula la tesis de la necesidad de narrar, de recordar, de escribir los sucesos históricos del reino para poder extraer enseñanzas de ellos, para enardecer y mantener unido al pueblo al escuchar las gestas y los relatos de sus antepasados. 
El libro es magistral, uno desearía no salir nunca de esa historia, poder volver a ella, seguir conociendo el destino de todos los personajes y de sus descendientes. Pero eso ya no es posible.