El Gallo de Oro
2016
98 páginas
Un testamento, sí, poemas sin yugo, sin sujeción, abiertos al abismo de la edad y la muerte, del sexo, del placer de haber vivido una vida intensa y poética que es el gran tema que recorre todo el libro: la poesía, el fundamento de ésta, la vida dedicada a ella.
El poeta recorre sus papeles, revisa su pasado, pero también se sigue sorprendiendo ante la lectura de un texto asirio con más de tres mil años de antigüedad en el que el viento sobre unas cañas hace estremecer al escriba.
No hay obstáculo para el poeta que se expresa libremente, por contagio de las palabras o por ideas, por recuerdos reelaborados, por la cercanía de la muerte por doquier.
A pesar de la traducción, al leerlo, la fuerza de los versos penetra en el lector, deja huella, perturba, transmite un cierto estoicismo y una valentía de poeta rudo, de hombre rudo que mantiene su condición a pesar de la edad y de la cercanía de la muerte. Ya no hay estructuras ni formalidades, hay poesía en bruto, carente de forma pero muy potente, poesía esencial, la que va directa al sentir del poeta. La que te desarma y desenmascara si osas compararla con tus textos, una poesía para disfrutar y para entender el fondo de las cosas, lo que importa y lo que es sublime en una vida.
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