miércoles, 17 de junio de 2015

PLENILUNIO, Lêdo Ivo

Poesía
Vaso Roto
2010
132 páginas

"Quiero ser lo que pasa:
la leve nube blanca
que se deshace en el espacio,
la humareda de un reactor
en el cielo vacío y claro"


Lêdo Ivo  (Maceió, Brasil, 1924 - Sevilla, diciembre 2012) fue un destacado poeta brasileño. Lo he descubierto en este libro que publicó por primera vez en Brasil en 2004. Su poesía me ha parecido esencial, despojada de adornos, capaz de abarcar vastos temas, todos relacionados con la vida y la muerte, con el amor, con el deseo y con la propia poesía. 
Los poemas del libro son desiguales, pero hay algunos de honda reflexión, poemas filosóficos que de alguna manera cuestionan el mundo en que vivimos, lo dan la vuelta o lo anticipan. En otros, reconoce el autor, las repeticiones vitales, los ciclos históricos, el hueco que deja cada una de las personas enseguida rellenado por otras. 
"Los poetas son sepultureros que entierran palabras..."  La fuerza creadora, constructora, de las palabras, el oficio del poeta, mirar hacia dentro de uno mismo, reconocer la injusticia y las desigualdades en un Brasil en el que los contrastes son enormes: favelas al lado de playas llenas de vida alegre, la luna y los consejos de toda una vida, constituyen los temas de este poemario. Mi sensación al leerlo ha sido la de una especie de testamento poético.
Otros poemas me han parecido, sin embargo, anodinos, incapaces de transmitirme nada; de otros he rescatado algunos versos. Aún así, la sensación que me deja el libro es buena, reconozco en el autor a un gran poeta contemporáneo que me deja un poso de pensamiento profundo.

miércoles, 10 de junio de 2015

LO BELLO Y LO TRISTE, Yasunari Kawabata

Novela
EMECÉ
2011
224 páginas
Quizás la historia no sea más que un relato sencillo de amor, seducción y perversión, pero la forma de narrarlo es magistral. Es una novela en la que la belleza está en los detalles, en lo que se narra y en lo que se sugiere, en los precipicios en los que se detiene. El autor Yasunari Kawabata recibió el Premio Nobel de Literatura en 1968, quizás por la particular forma de narrar y de describir los rincones de Japón que los occidentales desconocemos, quizás por la morosa forma de convertir una historia de amor y venganza en una obra maestra de la literatura japonesa. El protagonista es un escritor que alcanzó el éxito con una novela en la que narraba su historia de amor con una chica de 16 años, una pasión extramarital que terminó con su amada internada en un hospital psiquiátrico tras un intento de suicidio. Ahora, tres décadas después, ella es una pintora de éxito que vive con una bellísima discípula, Keiko, que es también su amante. Cuando el escritor Oki decide visitar a Otoko, la pintora y antigua amante, Keiko decide vengarse seduciendo al propio Oki y a su hijo Taichiro.
La perversión está en los detalles y en la atmósfera y en las descripciones. Un libro hermoso, difícil de olvidar.