lunes, 2 de febrero de 2009

Canciones, efectos

¿Dónde reside la fuerza de algunas canciones?. Hay músicas que levantan el ánimo o provocan optimismo o ganas de mover el cuerpo, o excitan la imaginación de quien las escucha, creando en nosotros imágenes poderosas que rivalizan con el entorno circundante llegando incluso a negarlo durante algún tiempo; ahí reside creo yo el éxito de los pequeños aparatos que nos permiten escuchar música por la calle; ahí y en la sensación de que mientras te desplazas vas aprovechando el tiempo para hacer algo, para escuchar algo, es decir conviertes el desplazamiento en ocio.
A veces la imagen de la cantante o del solista de un grupo se te representa de la forma sensual que sus asesores de imagen han elegido para representar en un videoclip la historia que se narra en la canción, y eso, el videoclip, fue una de las grandes revoluciones de la música pop, poder tener una imagen de lo que se escuchaba, no tener que imaginar, facilitar las imágenes que necesitamos para vincular las canciones a alguien o a algo. Estoy escuchando el último disco de La Oreja de Van Gogh, ya con su nueva solista, y el grado de sofisticación de esta chica, sus movimientos analizados con cuidado en algún clip que inevitablemente he visto en los días en los que se produjo el lanzamiento publicitario del disco me producen sensaciones de misterio ,de una belleza contenida, de un triunfo (que en realidad han obtenido) modesto, trabajado, sin renunciar a sus sonidos más emblemáticos. En definitiva tras escucharlos estoy algo más animado de lo que lo estaba cuando decidí poner en el reproductor el CD.

No hay comentarios: