jueves, 26 de junio de 2008

Burocracia

La inflexibilidad burócrata sobre la que tantos chistes ha dibujado el genial Forges, existe. Sirve par a ahorrar trabajo a la administración, para descartar la creatividad, pero sobre todo para discernir entre quienes son tolerantes y quienes son inflexibles, entre quienes son sumisos y quienes son autónomos y obedecen más por justicia o por lógica que por capricho o simple superioridad en el rango. Yo no estoy por la labor de obedecer a cualquiera por el simple motivo de que ostente un puesto de rango superior, no conseguido por capacidad o por mérito, o más bien por méritos discutibles. Sobre todo en la función pública y en puestos derivados de coyunturas políticas. Esto me ha traído, me trae y me traerá problemas, pero es seguro que con esta especie de orgullo, viviré más a gusto conmigo mismo. Este es el problema del razonamiento lógico, que choca contra las pequeñas tiranías derivadas de desempeños mediocres de puestos de cierta relevancia local. En fin, la administración, y por ende todos un poco somos los que salimos perdiendo.

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