miércoles, 27 de febrero de 2008

Universos paralelos

Ayer, en una tarde plomiza pero bulliciosa en la calle pude observar caminando cómo la mayoría de la gente con la que me cruzaba parecía caminar en otro universo diferente del mío, las miradas perdidas, serias, caminando deprisa sin contemplar nada de lo que les rodeaba, como si fueran enfilados en una vía invisible de un solo sentido. La verdad es que yo paseaba sin una prisa enorme, con ropa cómoda deportiva, escuchando a Cecilia Bártoli en mis cascos, feliz de esa escucha, de ese paseo, del bullicio de gente que iba y venía. Pensé que estaba fuera de sitio en medio de la calle paseando, que tal vez debería haber ido en coche o en autobús que es lo que hacemos habitualmente, dada la prisa y la vagancia que nos invade. Todos parecemos tan iguales, y somos sin embargo tan diferentes, tanto que a veces uno se encuentra fuera de sitio sin saber qué hacer o qué decir o dónde mirar. Son tan diferentes nuestras preocupaciones vitales, tan distintos los valores personales que tenemos que parece que vivimos en mundos distintos.

viernes, 8 de febrero de 2008

Felicidad

¿Qué nos causa felicidad a los humanos? Depende. Hay quien es feliz cuando tiene unas buenas expectativas a corto plazo. Hay quien lo es al encontrarse de forma súbita con un regalo del destino, o quien se da cuenta cada día de que respira y se encuentra bien de salud y eso es más que suficiente. La verdad es que es un estado que no dura mucho; siempre surgen preocupaciones o complicaciones que lo arruinan todo. Es muy difícil mantenerse en un estado plácido o de felicidad constante, pues las expectativas rara vez dependen de nosotros al cien por cien, la salud es fluctuante, hay que dedicar tiempo a cuidarse o a mantenerse, y todo tiene fecha de caducidad. Quizás la ignorancia o las creencias irracionales pueden expandir ese estado de satisfacción o de esperanza (¿eterna?). En mi óptica sólo caben por ahora momentos de felicidad absoluta que se desvanecen en el instante en el que empiezo a pensar en el futuro, mezclados con otros de cansancio infinito en el que cuesta un triunfo mantener el tipo.