jueves, 31 de enero de 2008

Conducir por la ciudad

Algunos conductores que se tienen por ejemplares parecen pensar: "tengo que ir pegado al de delante todo el tiempo, no dejar ni un resquicio". La idea es buena desde el punto de vista de que facilita la fluidez del tráfico, aunque me temo que no es esta la motivación habitual del conductor que lo lleva a cabo, sino más bien "el que no se me cuele nadie". Parece bastar un segundo de falta de concentración para que se les "cuele" algún listillo que les estropee el día. Es verdad que yo me apunto a veces a esta "conducción educativa": ir pendiente de los demás, de que no cometan infracciones ni "pisen" a otros conductores menos osados, pero siempre al final pasa lo mismo que en la sociedad, esto es existen personas incapaces de respetar nada, ni los turnos, ni las limitaciones de los demás (por ejemplo llevar un bebé a bordo, o una persona enferma o una embarazada, o tener una edad provecta). Quizás es falta de paciencia, o de empatía o de tolerancia, o es pura y simplemente la soberbia de quien se cree superior.

1 comentario:

Marta dijo...

No sabes como te entiendo. La cantidad de "burradas" que he visto hacer a otros conductores y, en ese momento, me hubiese encantado ser policía municipal para plantarles una buena multa. Sólo me consuela una cosa, que también existen conductores excelentes que respetan a los demás.