jueves, 31 de enero de 2008

Conducir por la ciudad

Algunos conductores que se tienen por ejemplares parecen pensar: "tengo que ir pegado al de delante todo el tiempo, no dejar ni un resquicio". La idea es buena desde el punto de vista de que facilita la fluidez del tráfico, aunque me temo que no es esta la motivación habitual del conductor que lo lleva a cabo, sino más bien "el que no se me cuele nadie". Parece bastar un segundo de falta de concentración para que se les "cuele" algún listillo que les estropee el día. Es verdad que yo me apunto a veces a esta "conducción educativa": ir pendiente de los demás, de que no cometan infracciones ni "pisen" a otros conductores menos osados, pero siempre al final pasa lo mismo que en la sociedad, esto es existen personas incapaces de respetar nada, ni los turnos, ni las limitaciones de los demás (por ejemplo llevar un bebé a bordo, o una persona enferma o una embarazada, o tener una edad provecta). Quizás es falta de paciencia, o de empatía o de tolerancia, o es pura y simplemente la soberbia de quien se cree superior.

martes, 22 de enero de 2008

Distintas percepciones de la realidad

En efecto, no sólo depende de las personas, sino de los estados de ánimo y de múltiples influencias que recibimos a lo largo del día, seamos o no conscientes de ellas. Creo que ha habido una campaña fuerte en España de muchos medios de comunicación siguiendo la línea marcada por las fundaciones de estudios estratégicos de un grupo político para convencer a la opinión pública de que la economía iba mal (se trataba de que la percepción es que iba mal como consecuencia de la política del partido gobernante). Yo he sido consciente de esa campaña, y de que había algún medio de comunicación que no la hacía, y mi percepción de la realidad es diferente de la de muchos ciudadanos. Esa percepción influye realmente en la economía (cuando hay sensación de que los asuntos económicos van bien, se invierte y se gasta sin tantas precauciones como cuando la sensación es que va mal), con lo cual, lo que están haciendo esos medios de comunicación y ese partido político es destruir para ganar (perjudicar la economía de su propio país para intentar luego aparecer como salvadores y reconstruirla). ¿Increíble no?. Pues esta idea tan simple la han enmascarado tan bien, que no hay mucha gente que lo vea. Por otra parte, parece que la audiencia o los lectores de esos medios de comunicación están convencidos de la victoria electoral, algo que yo tampoco tengo claro (es muy difícil desalojar del poder a un partido gobernante tras una sola legislatura sin una renovación clara de la oposición o un desastre mayúsculo: un escándalo o algo vergonzante, cosa que no se ha producido en estos cuatro años, por más que la oposición lo ha intentado abusando de temas como el terrorismo y ahora la economía). En fin, me resigno a que España es un país secularmente inculto y cruel, aunque aún tengo alguna esperanza.

viernes, 11 de enero de 2008

Tiempo y lugar

Poca gente de la que camina por esa acera sabe que a escasos 50 metros del lugar desde donde escribo este blog, fue asesinado hace casi 18 años un coronel del ejército. En efecto, a la puerta de la cafetería Estribos, al lado de una de las puertas laterales de El Corte Inglés de paseo de Zorrilla en Valladolid, unos sicarios del GRAPO cometieron ese infame atentado. Nada en la zona recuerda el hecho, ni apenas nadie lo comenta; es más, creo que poca gente se acuerda de ello. Sin embargo, cada vez que paso por ese sitio no puedo dejar de pensar en qué lugar exacto se cometería la agresión contra alguien que iba paseando tranquilamente y unos instantes después yacería muerto en la acera. Estoy seguro de que en muchos de los lugares que habitualmente transitamos se han producido hechos históricos o fantásticos o execrables de los que no tenemos noticia. Algunos de ellos son destapados cada cierto tiempo por investigadores, historiadores o escritores curiosos como ha pasado recientemente con el libro "Un día de cólera" de Arturo Pérez Reverte en el que desentraña y novela los sucesos que tuvieron lugar en Madrid va a hacer ahora 200 años, describiendo con pelos y señales los lugares en los que se asesinó, se peleó, se murió y se dio rienda suelta a eso, a la cólera de quienes participaron. Cada vez que transitemos mucho por un lugar, no estaría de más que nos informáramos (dentro de lo posible, claro está) de todo lo que aconteció en ese lugar. Una idea de novela sería imaginar todo lo que puede pasar allí en un futuro, no el en pasado, que eso ya está inventado.

jueves, 10 de enero de 2008

Propósitos lectores

Con el año nuevo, y sobre todo tras el tiempo de reflexión navideño, uno se plantea si podrá leer más este año, si podrá estar al tanto de las novedades editoriales que le interesen. La experiencia me dice que no, que leeré lo mismo que en años anteriores o menos. Se impone por tanto una elección buena de los libros, una selección de aquello que creo que me va a resultar interesante. Parto de la premisa de que todos estamos muy influidos por la publicidad de los libros, por las reseñas que aparecen en la prensa, por lo que nos cuenta alguien. A menudo estas influencias no son del todo buenas, y buscamos en internet o sacamos a colación el tema de la lectura en cualquier círculo, esperando un intercambio de ideas lectoras que no acaban de llegar. Ha habido estos días finales del año un cúmulo de balances editoriales y una pequeña discusión a cerca de si son más interesantes las novelas actuales, o las ediciones revisadas de autores ya consagrados, o olvidados y ahora redescubiertos. Pienso que es bueno buscar un equilibrio de lecturas, y así tengo preparadas "Vida y destino" por un lado y "Las benévolas" (este título no me gusta nada en castellano) para leerlas (todavía no sé en que orden) en los primeros meses de este 2008.