lunes, 3 de diciembre de 2007

Colombia

He estado leyendo durante el fin de semana artículos sobre la Feria Internacional del Libro (FIL) que se ha celebrado hasta ayer en Guadalajara (Méjico), con Colombia como país invitado. Al hilo de esto he descubierto las tendencias narrativas imperantes en ese país, y a escritores que apenas conocía. Saco en limpio dos nombres y dos novelas que me gustaría leer: Fernando Vallejo, el enfant terrible (lo definen a veces como el Michel Houllebecq americano) de las letras colombianas (no invitado por su propio país a la FIL), y su novela "La Virgen de los Sicarios", y Laura Restrepo con su novela "Delirio". He leído también sobre el cambio espectacular que han dado ciudades que permanecen en en subconsciente colectivo como símbolos de violencia y narcotráfico, como Medellín. Se trata de una recuperación a través de la cultura, de la literatura, como por ejemplo la creación de la Biblioteca España. Según todos los cronistas, debe tratarse de un país paradisiaco en lo natural, exuberante, pero secularmente dividido en una especie de guerra civil entre la guerrilla y los paramilitares, donde la violencia preside la vida cotidiana. Luego está la sombra de García Márquez que oculta casi el resto de la literatura, y Álvaro Mutis del que apenas sabía nada, y del que ahora también quisiera leer toda la saga de Maqroll el Gaviero. En fin, que he disfrutado conociendo un poquito de un país eminentemente literario.

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