miércoles, 21 de febrero de 2007

Vuelta a las ideas peregrinas

Vuelvo con renovadas ideas: ¿cuánto mundo existe desconocido para cada uno de nosotros?. Todo indica que es bueno tener experiencias, viajar, descubrir otras formas de vida, otros lugares, otros pensamientos, pero todo ello, a veces te deja un poso de tristeza terrible por la imposibilidad de aprehender todo cuanto existe, o mejor aún, todo cuanto tienes la posibilidad de conocer, dentro de tus limitaciones naturales, o económicas, o incluso aquellas que tu energía personal te posibilitarían conocer. ¡Cuántas vidas, cuántos mundos incógnitos!. Y mientras tanto, cada día avanzas quitándote de encima los problemas según van viniendo, o resolviendo lo mejor que puedes las encrucijadas que la vida te va presentando. Y disfrutas todo lo que puedes, o todo lo que tu estructura nerviosa te permite. O todo lo que emocionalmente has sido capaz de construir a tu alrededor. Es un pensamiento un poco triste: la profundidad de lo inaprensible, las vidas que no vamos a vivir, aprender a conformarte con lo que está a tu alcance y gestionarlo de la mejor manera posible: optimización de los recursos propios.

No hay comentarios: